(no es exactamente el mismo contenido – nos gusta complementar -. puedes ver el vídeo / escuchar el episodio en…)
“lo necesito para ayer”. “tenemos que solucionar esto ya”. “hablad de cómo lo podemos solucionar, mañana a primera hora comentamos”.
velocidad. eficiencia. resultados. mundos acelerados.
la hiperconectividad digital nos ayuda a entregar respuestas rápidamente… pero nos estamos olvidando de la hiperconectividad personal. humana. creativa.
en más ocasiones me habéis oído/leído eso de que podemos aplicar aquel famoso anuncio de televisión a las organizaciones:
cada vez más estamos yendo directamente al gpt de turno para que nos de las primeras ideas. ¿lo bueno? sí, podemos encontrar rápidamente ideas y respuestas para lo que se nos está pidiendo. ¿lo malo? que ya no salimos de ese marco, y entonces nos es muy difícil generar nuevas propuestas.
y es que lo que nos hace ser brillantes es, precisamente, abrir la mente. y compartirla.
lo humano corre el riesgo de diluirse.… la necesidad de vínculos auténticos entre personas, a nivel personal y profesional, es hoy más urgente que nunca.
fomentar relaciones genuinas no solo mejora la comunicación o la colaboración operativa. también alimenta el sentido de pertenencia, la confianza mutua y el propósito compartido (¿recordáis el episodio 2, ¿sueñan las organizaciones con propósitos auténticos? pues eso).
las organizaciones que logran establecer estos lazos sólidos, tanto al interior de sus equipos como con sus socios y clientes, desarrollan una capacidad superior para adaptarse, innovar y sostener el bienestar colectivo en tiempos de cambio constante.
conectar desde la empatía
sí, lo de siempre…
muchxs estaréis pensando que hay veces que la conexión es forzada. porque tienes que trabajar con personas con las que no encuentras la forma de comunicarte, de llegar a acuerdos en común o, sencillamente, hay un tema “de piel”.
no vamos a negarlo.
pero hay maneras de rebajar tensiones. al fin y al cabo, no se está pidiendo que seamos todxs amigxs… pero sí que consigamos encontrar los puntos que nos únen. y esos puntos, muchas veces, van más allá del día a día laboral.
la conexión no puede forzarse, eso está claro. pero podemos comprenderla, e incluso potenciarla… hablo ahora de las famosas redes informales. porque sabemos a quien ir a pedirle algo porque se lleva bien con aquél del departamento x, o porque se ha hecho un grupo de afterwork de forma espontánea que fuede ayudar a hacer llegar la información empresarial mucho más rápidamente que por los canales oficiales.
las redes informales también pueden convertirse en redes entre desconocidos, claro. por el simple hecho de ayudar a obtener un bien común. ¿quién no ha visto esta famosa escena de cadena de favores (pay if forward, mimi leder, 2000):
(nota: los ejemplos más desconocidos y sorprendentes nos los guardamos siempre para el vodcast :p)
pero, por otro lado, y dentro de un mismo equipo…
hay veces que se trata de una forma de comunicación. de cómo nos expresamos. algunos somos más directos, otros necesitan crear una historia, una conexión desde el inicio, antes de realizar la petición del trabajo en sí. lo importante aquí es saberlo, y no poner las cruces desde buen inicio. ¿cómo? la metodología bridge es una de las más útiles actualmente: descubre la forma en que cada miembro del equipo se comunica. cuando se planeta abiertamente, cuando se hacen ejercicios conjuntos para demostrar que lo que está pasando no es personal, sino que es una forma de expresión, muchos recelos caen fulminantemente.
(nota: es posible que algunos conozcáis el DISC. bueno, este es más profundo porque plantea directamente la conexión desde la personalidad de cada uno. ¿mejor o peor? depende… ¡de lo que busques con el equipo!).
hay veces que se trata de un tema generacional. así que metorías cruzadas a nivel laboral es una gran opción, pero quizá incluso lo es más realizar actividades que nos únan emocionalmente. a veces al más joven y al más mayor le gusta mucho la ciencia ficción… ¿por qué no comenzar a acercarse en estos términos y encontrar ideas conjuntan que surjan de esa pasión común?
¿parece difícil?
existen organizaciones que no solo sueñan con estas conexiones, sino que las hacen realidad a través de prácticas concretas. un ejemplo claro es kovix: según matías kohan, director de operaciones y cofundador de kovix, antes de desarrollar una solución tecnológica, sus profesionales conviven con el cliente para conocer su día a día, sus desafíos y dolores de cabeza. esta aproximación les permite diseñar respuestas tecnológicas personalizadas y establecer relaciones de confianza a largo plazo (el país, 2025).
las conexiones sostienen el futuro. ↗
en el vodcast nos centramos mucho en sense8 (íd., hermanas wachowski, 2015-2018), porque lejos de ser un lujo o un complemento blando, las conexiones profundas son las que permiten atravesar los momentos de incertidumbre sin deshumanizarse. las que abren caminos hacia la innovación sin dejar a nadie atrás. y las que convierten los espacios de trabajo en entornos más significativos y sostenibles.
¿nos atrevemos a soñar con organizaciones donde conectar es parte de la estrategia?
entonces… ¿sueñan las organizaciones con conexiones profundas?
sí, pero aún hay mucho miedo. un miedo que a veces es exclusivo del líder, porque no se atreve a entrar en según qué terreno, a poner de manifiesto los conflictos entre su equipo… (os acordáis del episodio 4, “¿sueñan las organizaciones con liderazgos valientes?” pues eso, otra vez).
además… ¿qué hay de malo en mostrarse vulnerable? tradicionalmente percibida como una debilidad, la vulnerabilidad puede ser, en realidad, un catalizador de conexión y confianza.
¿te resuena? pues complementa con el vodcast, ¡y no te pierdas el EPISODIO 7!:
¿sueñan las organizaciones con…
… vulnerabilidad compartida? ↗
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